daremos un poco de clase a la historia
cafetín de Buenos Aires. Tango 1948
sobre tus mesas que nunca preguntan
lloré una tarde el primer desengaño,
nací a las penas,
bebí mis años
y me entregué
sin luchar.
brazos que no hablan
impacientes
hacia la perfección.
golpes suaves,
seguros,
que crean miradas.
templo de palomas que revolotearán alrededor de su propia mierda.
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