un círculo cerrado es lo más grande que conozco.
los caballos también habitan en patios prohibidos.
se fue otra vez a la habitación con la sensación de llevar a cuestas el espejo repleto de cadáveres
de asnos muertos. se puso el reloj en la muñeca derecha. como si viera a un imperio desviado,
cambió el reloj a la otra muñeca. la frágil muñeca que ahora señalaba
un círculo estrecho: el muñón débil de un cuerpo medio muerto.
miró al cuarto como cuando el suicida mira a quienes lo han matado.
josé luis merino
::
seguir el círculo: